Telefónica ha invertido 400 millones de euros en diseñar el Mediador de Confianza, sistema integral que permitirán validar y certificar los procesos y transacciones electrónicas. Lo presentan como el producto capaz de romper las barreras legales y de seguridad que lastran el comercio electrónico. Y también pretende ayudar a sus potenciales usuarios a cumplir con la legislación (disposiciones sobre factura electrónica, la contratación vía web o la creación de entornos de comercio online, y las incluídas en la Ley de Medidas de Impulso de la Sociedad de la Información, conocida como LISI,

Las empresas que tengan más de 100 trabajadores, un volumen de operaciones superior a los seis millones de euros y pertenezcan a sectores estratégicos -finanzas, agua, gas, electricidad, telecomunicaciones, grandes superficies, transportes...- están obligadas a permitir la contratación online de sus servicios o productos, a permitir la consulta de datos y a usar la factura electrónica en los contactos con el sector público, entre otros.

Con este Mediador de Confianza, Telefónica lanza el primer producto integral, accesible desde todo tipo de dispositivos, que permite a las empresas y administraciones adaptarse a la ley. Se trata de una plataforma que las compañias pueden incluso instalar por sí mismas en su sistema informático. Telefónica cobra una cuota por el alta, pero su verdadera fuente de ingresos será por uso, ya que facturará por cada transacción electrónica.

El Mediador de confianza, se ha desarrollado en colaboración con el despacho Écija Abogados, que ha actuado como socio jurídico de Telefónica para garantizar los aspectos legales que el proceso conlleva. En primer lugar, la plataforma permite identificar a los usuarios a traves de cualquier Certificación electrónica. El DNI electrónico es la principal, con 3,8 millones en la calle y la previsión de que se duplique el año que viene, pero hay otras. Además de identificar, el sistema da garantías de seguridad, ya que está en contacto con las distintas bases de datos, de forma que la empresa que contrata el producto puede saber si el usuario está introduciendo un número o una clave de un DNI robado, por ejemplo. Incluso puede hacer sus propias listas negras con los clientes de los que quiere estar prevenida.

En un segundo paso, la plataforma permite la firma electrónica de contratos o la contratación de productos y servicios online, de forma que bancos y aseguradoras, por ejemplo, ya no tendráa que enviar al domicilio del cliente la documentación de la hipoteca, la apertura de una cuenta bancaria o el seguro para obtener su rúbrica en papel. La seguridad jurídica de la plataforma permite que, en este paso, se pida el concurso del tercero de confianza, una figura independiente que da fe del contrato y lo almacena en terreno neutral durante el plazo exigido, cinco años.

Por eltimo, el sistema proporciona también el llamado sellado de tiempo, que garantiza tanto el momento en que se firmaron los documentos como su inalterabilidad.